Notas |
- SANTIAGO DE ARMA DE RIONEGRO UNA HISTORIA VISUAL POR CONSTRUIR
LADY ELIANA GÓMEZ CORREA
Extracto:
"Otro ejemplo que cabe mencionar en este apartado es el del español don Blas Sáenz de Tejada. Se sabe que don Blas se había establecido en Rionegro para finales del siglo XVIII donde ejercía su labor como comerciante y era contado como uno de sus ciudadanos más prestantes, prueba de ello fue una petición hecha por el gobernador de la provincia de Antioquia hacia 1787, don Juan Antonio de Mon y Verlarde, quien, mediante un documento solicitaba oficialmente a una lista de conocidos vecinos, una “contribución”, para lo que parecía una “negociación con los Argelinos y Príncipes de la África” 172. Su fama de comerciante seguramente le valió para contar entre sus contactos comerciales a los talleres de artífices de la escuela quiteña. Existen en la colección del museo de arte religioso de Rionegro, dos pinturas en las que el nombre de este al parecer, fervoroso católico, figura notablemente. Una de ellas es la advocación a la Santísima Trinidad, en la
172 Ibíd., p. 270. El autor no da mayores aportes respecto al asunto de la negociación. Sin embargo, pone de relieve el nombre del General José María Córdova: Don Crisanto de Córdova, cuya familia se había establecido en suelo rionegrero.
cual está representado Jesucristo con estigmas en pies y manos, exhibiendo la llaga de su costado mientras sostiene la cruz. Se le representa de piel clara, con algunos rasgos étnicos marcados, como el de los ojos y la nariz, con barbas y cabello largo, cubierto de una túnica azul que contrasta con el tono rojo de la ornamentada capa de su padre, quien además porta una túnica blanca encintada y como accesorio, sostiene un cetro con su mano izquierda, mientras que con la otra
señala su pecho. La barba y el cabello blanco comportan la iconografía tradicional de las representaciones de Dios padre. En medio de estos personajes sentados sobre estáticas y voluminosas nubes, se halla flotante la alegoría al espíritu santo, presentado en la forma de una paloma blanca en una vista casi frontal al espectador. La composición romboidal parte desde una imagen “a ras del marco”, un orbe azul sobre la cual reposa la inscripción en leyendas doradas: “A Devozion de Blaz de Tejada 1783”173.
Otra imagen pintada bajo el patronazgo de este hombre fue un óleo que representa a san Miguel Arcángel, quizás su devoción protectora, en la cual se ve aldicho arcángel de pie ataviado con armadura metálica y sandalias 174, a la usanza romana, le cubre una capa ondeante de tono rojo, que posee los mismos diseños ornamentales de la capa que porta Dios padre de la Santísima Trinidad en el óleo que se acaba de mencionar, lo cual podría dar cuenta de dos posibilidades: las dos pinturas salieron o de la mano del mismo pincel o del mismo taller quiteño.
Los colores semejan bastante en cuanto al fondo y a las carnaciones, luminosas, además, las nubes parecen mostrar semejante volumen y forma el cuadro de la trinidad. El tocado del ángel es un casco metálico emplumado enmarcado en el mismo círculo cromático de tonos azules y rojizos de la corta túnica que porta el arcángel-soldado. En su espalda luce un par de alas cerradas, que parecen estar en relación armónica con la parte superior de la imagen. En cuanto al torso en re
173 VIVES. Op. cit., 1997, p. 19.
174“La costumbre de mostrarlo con ese atuendo se originó cuando el rey Felipe IV de España lo declaró como auxiliador del ejército español”. Ibíd., p. 73.
lación con la parte inferior, parece haber un problema anatómico marcado fuertemente por el tamaño de las piernas y la ubicación de las rodillas. Finalmente, la mano izquierda parece señalar mediante un gesto el acogimiento, quizá del nombre del donante, que se encuentra justamente en ese lado de la composición, y en letras doradas. Con su mano derecha sostiene lo que parece una delgada empuñadura de madera.
El poder adquisitivo y la pertenencia a una casta notable le permitió a don Blas de Tejada, costear con sus propios medios, dos imágenes que seguramente hacían parte de su devocionario personal y que, pudieron hallarse ellas expuestas a la vista de sus vecinos. He aquí una posible semilla para emplear la pintura como práctica estética con fines no sólo devocionales sino, además, de inscripción de un nombre cuyo origen es blanco en sí mismo"
- Amante o Moza
|