Notas |
- Lopes Homem, Gaspar.
Nació en Portugal a fines del siglo XVI. Hermano de Miguel Lopes, y marido de Mayor Rodríguez, de quien tuvo a Manuel y Antonio Lopes Pereira y a Maria Nunes y Justa Pereira. Con su esposa, su hijo Antonio y su hija Justa llegaron a Ámsterdam (Holanda) en 1598, donde ya estaban sus hijos Manuel y María y su hermano Miguel Lopes.
- Dato de la muerte esta en el Deed 270. Ver Documentos
- De https://aprenderamadeira.net/article/judeus
Extracto
Outro caso digno de registo foi o de Gaspar Lopes Homem e respetiva família, que esteve na génese da colónia de judeus portugueses estabelecida em finais de Quinhentos na cidade de Amesterdão. Gaspar Lopes Homem, cristão-novo, natural de Ponte de Lima, chegou à Madeira em 1560 e destacou-se como mercador de açúcares e de conservas. Na sequência da visita do Santo Ofício à Madeira, fixou residência em Lisboa, no ano de 1592, com a família. A esposa, Mor Rodrigues, foi detida pela Inquisição, acusada de ter participado no amortalhamento judaico de seu pai, António Pereira; negou a acusação durante três anos, mas acabou por confessar essa culpa quanto estava na eminência de ser executada na fogueira. Mor Rodrigues também acusou o marido de ter participado num jejum judaico no Funchal, e dessa forma escapou à pena capital, tendo sido condenada à perda de todos os bens e a cárcere e hábitos perpétuos sem remissão.. Na sequência desta denúncia, Gaspar Lopes Homem foi preso e os filhos mais velhos fugiram de Lisboa para Amesterdão. Gaspar Lopes Homem denunciou vários parentes e, na sequência de auto de fé de 3 de setembro de 1600, em 19 de março de 1601 foi condenado à perda de todos os bens e a cárcere e hábitos perpétuos no bairro penitencial. Para fugir ao ultraje e aos constantes insultos, decidiu empreender, com a colaboração do cunhado, Henrique Pereira Tenório, uma fuga para a Flandres onde já estavam os filhos. Mas a tentativa foi gorada, porque foi interpelado pela Inquisição, que o prendeu. Posteriormente, Mor Rodrigues foi condenada de novo à perda de todos os bens, a hábito e cárcere perpétuos sem remissão, e a um desterro de três anos em Castro Marim, degredo que não cumpriu porque, quando partiu de Lisboa em julho de 1604, iludiu a Inquisição e foi para a Flandres. O marido foi igualmente sentenciado à perda de todos os bens e a hábito e cárcere perpétuos sem remissão e acabou por cumprir os primeiros quatro anos nas galés. Solicitou a comutação da sentença, para a cumprir em Castro Marim, mas foi condenado a seis anos de degredo no Brasil. Abrangido pelo perdão geral de 1605, regressou à Europa e, em setembro desse ano, já estava em Amesterdão com a família. Pensa-se que era um cristão convicto e que nunca abraçou o judaísmo.
Otro caso digno de mención fue el de Gaspar Lopes Homem y su familia, quienes estuvieron en la génesis de la colonia de judíos portugueses establecida a fines del siglo XVI en la ciudad de Ámsterdam. Gaspar Lopes Homem, cristiano nuevo, nacido en Ponte de Lima, llegó a Madeira en 1560 y se destacó como comerciante de azúcar y conservas. Tras la visita del Santo Oficio a Madeira, fijó su residencia en Lisboa, en 1592, con su familia. Su esposa, Mor Rodrigues, fue detenida por la Inquisición, acusada de haber participado en la mortaja judía de su padre, António Pereira; ella negó la acusación durante tres años, pero terminó confesando su culpabilidad cuando estuvo a punto de ser quemada en la hoguera. Mor Rodrigues también acusó a su marido de haber participado en un ayuno judío en Funchal, escapando así a la pena capital, habiendo sido condenado a la pérdida de todos sus bienes y a prisión y hábitos perpetuos sin remisión. Fue detenido y los hijos mayores huyeron de Lisboa a Ámsterdam. Gaspar Lopes Homem denunció a varios familiares y, tras un auto de fe del 3 de septiembre de 1600, el 19 de marzo de 1601 fue condenado a la pérdida de todos sus bienes ya prisión y hábitos perpetuos en el distrito penitencial. Para escapar de los ultrajes y de los constantes insultos, decidió emprender, con la colaboración de su cuñado, Henrique Pereira Tenório, una fuga a Flandes, donde ya estaban sus hijos. Pero el intento fracasó, porque fue interrogado por la Inquisición, que lo arrestó. Posteriormente, Mor Rodrigues fue nuevamente condenada a la pérdida de todos sus bienes, a hábito perpetuo y prisión sin remisión, y a tres años de destierro en Castro Marim, prohibición que no cumplió porque, cuando salió de Lisboa en julio de 1604, eludió a la Inquisición y se fue a Flandes. El marido también fue condenado a la pérdida de todos sus bienes ya la costumbre perpetua y prisión sin remisión y acabó cumpliendo los primeros cuatro años en las galeras. Pidió la conmutación de la pena, para cumplirla en Castro Marim, pero fue condenado a seis años de exilio en Brasil. Amparado por el indulto general de 1605, regresó a Europa y, en septiembre de ese año, ya se encontraba en Amsterdam con su familia. Se piensa que fue un cristiano acérrimo y que nunca abrazó el judaísmo.
- Gaspar Lopes Homem
Comerciante, transportaba azúcar, vino y conservas en barcos que lo enviaron desde Francia y Flandes (Ibidem, Proc. 8543, pág. 104). En las contradicciones de su proceso, descontando las exageraciones de la situación de defensa, pone de relieve los problemas que plantea este tipo de ordenes que "todas las personas de la nación de Christiios-novos residentes en la ciudad de Funchal tengan gran adición Y muy reticente (...) porque ser un hombre que solía decirle a la gente que hiciera mujtas conservas secas y húmedas, y mermeladas hechas para mucha gente de la tierra, para enviar a
français y français, ordenó que se hicieran a los viejos cristianos en lugar de a la gente de la nación"
-Ibídem, Florida. 83. Sobre esta actividad, ver Alberto VIEIRA, "Sugar in Madeira: 17th and XVIII”, en esta acta.
- Gaspar Lopes Homem
Nació en Ponte de Lima e hijo de un erudito, el licenciado Manuel López. A los 18-19 años empezó a dedicarse al comercio en Madeira, donde se casó y fijó su residencia hasta aproximadamente 1592. Fue un comerciante vinculado al comercio exterior de la isla. Barcos cargados con destino a Francia,
Flandes, Oporto, Viana y Brasil, al menos. Entre los productos a los que estaría vinculada su actividad contaron: azúcares, conservas, vinos y cereales.
Sobre este comerciante ver
ídem, ibidem, páginas. 63-72 y ANTT, Inquisición de Lisboa, Proc. 8543, máximo, fl.s 39-41v, 53v, 58, 104.
- Processo de Gaspar Lopes Homem
CRIME/ACUSAÇÃO judaísmo
DATA DA PRISÃO 22/02/1597
ESTADO CIVIL casado
ESTATUTO SOCIAL cristão-novo
IDADE 55 anos
MÃE Maria Nunes
MORADA Lisboa
NATURALIDADE Ponte de Lima
ORIGEM Inquisição de Lisboa
PAI Manuel Lopes, licenciado, procurador em Ponte de Lima
SENTENÇA auto-da-fé de 03/09/1600. Confisco de bens, abjuração em forma, cárcere e hábito penitencial perpétuo, instrução na fé católica, penitências espirituais.
SENTENCIA auto de fe del 09/03/1600. Confiscación de bienes, abjuración formal, prisión y hábito penitencial perpetuo, instrucción en la fe católica, penitencias espirituales.
CÔNJUGE Mor Rodrigues, cristã-nova
CARGOS, FUNÇÕES, ACTIVIDADES mercador
NOTAS O réu ao ter fugido da prisão com destino a Flandres, não cumprindo assim a sua penitência anterior, foi novamente preso em 03/1601, quando embarcava, e sentenciado em auto-da-fé de 03/08/1603, ao qual teria de levar hábito penitencial, a cabeça descoberta e vela acesa na mão, sendo-lhe comutado o hábito penitencial perpétuo em perpétuo sem remissão, e os primeiros quatro anos de cárcere comutados para as galés, onde serviria ao remo, cumpriria as mais penitências espirituais que lhe fossem impostas e pagaria as custas.
NOTAS El acusado, habiéndose fugado de la prisión hacia Flandes, incumpliendo así su penitencia anterior, fue detenido nuevamente el 03/1601, cuando se embarcaba, y condenado en auto de fe del 08/03/1603, al que tendría que llevar hábito penitencial, con la cabeza descubierta y un cirio encendido en la mano, conmutándose su hábito penitencial perpetuo por uno perpetuo sin remisión, y conmutándose los primeros cuatro años de prisión a galeras, donde serviría en el remo, cumpliendo las penitencias más espirituales que le imponían y él pagaría las costas.
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